Svansele Vildmarkscenter en la Laponia sueca es un centro de actividades y museo nórdico todo en uno. Aquí nos dirigimos, tras haber dormido como reyes en Lantliv Lodge – un alojamiento singular de Laponia, para probar la conducción de motos de nieve por senderos, lagos helados y nieve virgen en la Laponia sueca. Jorge, mi acompañante en el viaje, es un motorista experimentado y me contó que los chicos de Laponia que la noche anterior le hicieron el transfer en motonieve desde el aeropuerto de Skellefteå hasta la ciudad iban a todo gas por los lagos helados.

Aeropuerto Skelleftea transfer en moto de nieve – Foto: Ted Logardt / visitskellefteå.se
Yo, que soy un gran amante de los coches y que me hubiera encantado conducir sobre el hielo, no puedo decir lo mismo de las motos. Siempre me han dado respeto las dos ruedas y esta iba a ser la primera vez que condujera algo a motor sin cuatro. Claro, asomarte y ver que el marcador indica 180 km/h ¡es para pensárselo! y más teniendo en cuenta que íbamos a ir un grupo de motos de nieve con un líder y otros siguiéndole.
Con este panorama no me quedaba otra que intentar que no me dejaran el último. Así que llegamos a Svansele donde nos suministraron todo el material. Esta era una de mis dudas ya que nunca había estado en la Laponia sueca en invierno y temía, como muchos españoles, pasar mucho frío, estar con el moco colgando y no poder disfrutar de los paisajes y las aventuras que Suecia depara en esta época. Sin embargo no fue así en ningún momento. Si eres de esas personas a las que les da miedo el turismo invernal, ¡despreocúpate! Yo era como tú … antes de este viaje.

Pilotando moto de nieve en Laponia sueca – Foto: Ted Logardt / visitskellefteå.se
La mayoría de atracciones turísticas de la zona están preparadas y te alquilan o prestan todo el material para sentirte a gusto. En Svansele pudimos hacer uso de monos y pantalones de nieve, botas, calcetines, gorros, absolutamente todo. Y solo pasé frío en la punta de la nariz al circular con la moto de nieve. Ni tan solo las manos se congelan porque el manillar de la moto de nieve lo calienta.

En Svansele tienen todo material de invierno – Foto: Israel Úbeda / sweetswweden.com
Discurrir por los bosques nevados de Laponia tiene su intríngulis. Los caminos para motos de nieve están marcados con unas aspas rojas y tan pronto transitan por un tupido bosque como cruzan un lago donde los palos marcan las «pistas» para volver a adentrarse en la foresta. Yendo en grupo y con guía facilita las cosas así que uno no debe tener miedo de hacer una excursión en familia.

Moto de nieve en Suecia – Foto: Ted Logardt / visitskellefteå.se
La experiencia incluía una parada para comer y degustar pytt i panna (y por la noche volveríamos a por carne de alce y de reno) junto con huevos fritos en la lumbre en una kåta o cabaña sami que alberga a grupos de 20 a 30 personas. En Svansele tienen varias de estas y se puede pernoctar. Ideal para viajar con un montón de amigos.

Pytt i panna en Svansele – Foto: Israel Úbeda / sweetsweden.com

Cabaña en Svansele – Foto: Israel Úbeda / sweetsweden.com
Si hay algo con lo que disfruté es cuando Johannes, uno de los responsables de Svansele, nos llevó a tratar de encontrar alces con su olfato y su capacidad para observar plantas mordidas y cagadas en el camino (se dedica a ello). Se nos hizo de noche y la experiencia de circular en grupo por caminos a «toda velocidad» (sí, para mi 35-40 km/h es rápido) en la oscuridad con la única iluminación de las luces de las motos de nieve es increíble.

Johannes con su motonieve en Svansele – Foto: Ted Logardt / visitskellefteå.se
La experiencia de conducir motos de nieve con su rugido y su increíble tracción me encantó. La noche nos deparaba otra aventura: aprender sobre la cultura de la sauna en Suecia y mi bautizo en hielo.
¿Tú has conducido motos de nieve? ¿En Laponia? Cuéntame tu experiencia en los comentarios.