Hace un par de días al llegar a casa me sorprendió gratamente la noticia de que había un producto sueco nuevo. No se trataba de ninguno de los que me traje de suecia en mi último viaje. Más bien mi hermana había encontrado algo con la bandera sueca en el envase y lo había comprado.
Se trata de una bolsa de Krisprolls que fabrica Pågen, una empresa panificia, con sede en Malmö.
Se trata de unos panecillos derivados de una antigua especialidad sueca. En sueco se les conoce como skorpor de la palabra skorpa que en una de sus acepciones significa costra pero también se refiere a un tipo de pan que se deja secar y se cuece por segunda vez para que dure más tiempo.
Desde 1970 se han ido introduciendo en más de 40 países. Hoy en día sirven de acompañamiento en miles de hogares fuera de Suecia generando más del 90 % de las ventas.
Pueden ser comidos en cualquier momento del día, solos o acompañándolos de algo dulce o salado. Son crujientes, deliciosos, duran mucho una vez abiertos y contribuyen a una buena salud. La bolsa que yo tengo son Krisprolls Dorati (ricos en cereales). En otros países hay más variedad entre la que destaca la que contiene bayas, como no podía ser de otra manera, arándanos (blåbär) y arándanos rojos agrios (tranbär) , y otra con avena (havre) y semillas de lino.
En España de momento nos toca conformarnos con esta. Si esta descripción os ha abierto el apetito y queréis probarlos sólo debéis dirigiros al Carrefour más cercano. Esperemos que no sea un artículo meramente temporal sino que haya llegado para quedarse entre nosotros.
Como última curiosidad un anuncio gracioso que parodiando el tópico sobre el carácter sueco pretende vender Krisprolls en el mundo anglosajón.
Vamos, como los tipicos mini tostaditas que con tanta frecuencia se encuentra en las comidas de navidad en España pero en versión mejorada.
Parecen estar bien, espero que no sólo se quede en España, sino también en mi hogar y vengan más variedades, cruzo los dedos por ello :)
Enhorabuena por un gran blog sobre Suecia
Dragon
Hola, estoy siguiendo un método de adelgazamiento y estoy muy contenta de haber encontrado éste producto de panecillos suecos de Krisprolls en el mercado, concretamente en Carrefour. Es una opción más en mi dieta de las pocas que existen en cuestiones de este tipo de producto. Pero leyendo los ingredientes me encuentro con que tiene grasa vegetal sin especificar a cual se refiere, por lo que les rogaría encarecidamente que alguien me contestara a mi correo. Me ha parecido leer lo poco que entiendo el francés que tenía aceite de colza hidrogenado pero me sería de gran ayuda saberlo con total seguridad. Es una pena que en un producto de esta categoria alimentaria por el resto de ingredientes que posee, no utilicen el aceite de girasol alto oleico para que el pan no tuvieseningún problema de salud con los aceites transgénicos y las grasas saturadas.Aunque eso encareciera el producto, cuando son buenos, no nos importa pagar un poco más y merecería la pena. Muchas gracias por leer mi mensaje y espero que alguien se digne contestar.
Magdalena: te comento lo que he encontrado en la web de Pågen en las preguntas y respuestas: https://www.pagen.se/fragor_och_svar
Según ellos sus productos solo contienen grasa vegetal y mayormente el pan lo hacen con aceite de colza. Un pequeño número de panes los hacen con una mezcla de aceite de colza y grasa de palma. Los «gifflar» (panecillos con forma de luna) y los muffins los hacen con una mezcla de grasa de palmera, colza y a veces coco.
Eso es lo único que puedo hacer, traducirte de su web.
Saludos
Me gustan los panes Krisprolls y habitualmente los consumo, pero solo me pregunto, por que usan aceite de palma para la fabricación de sus productos?, teniendo en cuenta que el pasado año, entre los meses de agosto y octubre, las selvas de Indonesia vivieron el mayor desastre ambiental del planeta de 2015.
Tras la ola de incendios se encuentra la industria del aceite de palma, junto con el sector papelero.
Fuegos alimentados por la expansión masiva de los cultivos de aceite de palma, en el que se basan los productos de las grandes marcas del mundo de la alimentación (desde sopas a chocolates, pasando por bollería y conservas), la cosmética (champús, jabones, detergentes) o algunos mal llamados biocarburantes. (Fuente Greenpeace)