El Kristi himmelsfärdsdag o el día de la ascensión al cielo de Cristo es un día festivo en Suecia. Todas las tiendas y establecimientos estarán cerrados, incluso las embajadas suecas repartidas por el mundo lo están.
Este día se celebra 50 días después de la pascua y siempre cae en jueves entre el 4 de mayo y el 1 de junio. Generalmente muchos suecos se cogen vacaciones el viernes también haciendo así lo que en España se denomina como «puente». Por lo tanto los que estéis de viaje en Suecia ya sabéis que hasta el sábado no se recupera la normalidad.

Catedral de Lund
Foto: Per Pixel Petersson / imagebank.sweden.se
El apunte gramatical, que siempre me veo forzado a añadir, tiene que ver con la declinación de Cristo en sueco. Algunas palabras aun conservan una declinación derivada del latín: Kristus pasa a ser Kristi, Paulus pasa a Pauli y así con otros términos. La verdad es que no sé cuales, solo sé que de vez en cuando se los topa uno en un texto y va bien tener en cuenta que para todos los casos excepto cuando la palabra hace de sujeto se usa la versión declinada.
Por otro lado resulta curioso que en un país considerado de los más laicos de Europa se sigan celebrando estas fiestas con reminiscencias religiosas ¿no creéis? Más considerando que hasta hace poco no era festivo ni siquiera el 6 de junio, el Nationaldagen o día de la nación sueca.
En España sucede igual con muchas otras festividades. Así de pronto me viene a la memoria la de la «la virgen de agosto» el día 15 del citado mes. Alguien alegará que estas festividades hoy en día se celebran, por la mayoría de personas, por motivo cultural o sólo como un día de fiesta donde librarse de trabajar y no por motivo religioso. Otros dirán que pese a la laicidad del Estado se celebran por tradición histórica. ¿No sería entonces razonable celebrar fiestas árabes como recuerdo de los 800 años que estuvieron presentes en la península? ¿Y fiestas judías por motivos similares?