Ayer ojeando el Magazine dominical que acompaña al diario La Vanguardia encontré un artículo muy interesante sobre la inmigración en Suecia. El texto introductorio es el siguiente:
El país que defendía con orgullo sus políticas de asilo e inmigración, las más generosas de Europa, ya no es el oasis de tolerancia que fue en otros tiempos. En los últimos tres meses, Suecia ha sufrido el primer atentado islamista y un partido xenófobo se ha hecho un hueco en el Parlamento
El artículo trata principalmente sobre los problemas migratorios en Rosengård, el famoso barrio de Malmö, cuna entre otros de Zlatan Ibrahimovic, hogar de 20.000 inmigrantes y con una tasa de paro alrededor del 50%. ¿Sabíais que solo en Malmö se dieron más permisos de residencia a refugiados iraquíes durante 2008 que Francia, España, Reino Unido, Alemania, Noruega y Dinamarca juntos?
En la web podéis leer la versión online del artículo «Suecia: la revisión de un modelo». Os recomiendo encarecidamente que leáis las seis páginas que contiene y os hagáis una idea propia sobre si «la integración es un fiasco» como dijo un alto cargo del Ayuntamiento de Gotemburgo a diplomáticos americanos según revelaciones de Wikileaks.
Y tras la diversidad de opiniones y viendo el cariz que toma el asunto cierros los comentarios de esta entrada.