En Suecia existe un impuesto llamado tv-avgift que paga todo aquel que tenga un televisor en su casa. El importe es de unos 230 euros anuales y está destinado a la financiación de varias televisiones y radios públicas que las mantienen exentas de publicidad.

TV1 Sverige
Pues bien, leo hoy en Aftonbladet que los poseedores de teléfonos móviles inteligentes, así como los poseedores de ordenadores y tablets, también deberán pagar tv-avgift ya que SVT, la principal cadena pública, ha puesto sus contenidos a disposición de cualquiera en directo mediante sus servicios online.
Radiotjänst, la empresa encargada de gestionar los recursos públicos de SVT y UR, es también la encargada de recaudar el tv-avgift y por ello está llamando a los 350.000 suecos que actualmente no lo pagan para preguntarles si tienen algún dispositivo susceptible de estar bajo la afectación de ese impuesto.
La clave para saber si se debe pagar o no es tener en cuenta que los aparatos bajo afectación son todos aquellos donde se pueda ver la televisión y pueda verse al mismo tiempo que se emita.
¿Qué te parece? ¿Pagarías un impuesto así, te escaquearías o preferirías no tener televisión?
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