Ayer salió reflejado en varias cadenas de noticias españolas el caso del político italiano de vacaciones en Estocolmo encarcelado por dar una bofetada a su hijo. En los diferentes telediarios comentaban como en Suecia está prohibido dar una bofetada a un niño.
Conociendo la predilección que tienen las televisiones y periódicos por vender titulares sensacionalistas me he puesto a buscar un poco de información en fuentes más próximas a la noticia.
En Aftonbladet he encontrado este artículo titulado «Han lyfte sin son i håret» o «Levantó a su hijo por los pelos» en el que se mencionan hechos que van mucho más allá de una simple bofetada y se acercan peligrosamente al maltrato físico. Dice Aftonbladet que según algunos testigos Giovanni Colasante había maltratado a su hijo previamente en la calle para luego alzarlo por los pelos, darle más bofetadas y tirarlo contra la pared.
Cuando alguno de los camareros de una pizzeria cercana se acercaron para ayudar al niño, «el padre dio un par de pasos hacia atrás. Al resto del grupo parecía que les daba igual que estuviera maltratando al niño en plena calle.» El camarero que le ayudó pensó: «Estás en Suecia, aquí vas a la cárcel si haces algo así.»
Al parecer el grupo de italianos se fue a otro restaurante pero testigos presenciales los siguieron y condujeron a la policía hasta ese establecimiento donde lo detuvieron. Colasante tiene prohibida su salida de Suecia mientras espera el procedimiento judicial en su contra. El 6 de septiembre tendrá lugar la primera vista previa.
Y este hecho ha abierto el debate en Italia, y en España, sobre el castigo físico a menores. Desde luego, si los hechos son como los narran los testigos no podemos hablar de «dar una bofetada» sino más bien de maltrato y eso es un delito tipificado en Suecia y en España también. Aunque si realmente esas versiones no se corresponden con la realidad y estamos ante un caso de, permítaseme la expresión, «expresividad italiana» me daría que pensar verme en una sociedad dónde las personas están dispuestas a perseguirme y denunciarme con tanta facilidad.
¿Qué pensáis? ¿Se habrán escandalizado los suecos «por nada» o habrá sido un caso de maltrato?
P.S: Por cierto, me hace gracia la rigurosidad de los periódicos españoles. En Libertad Digital hablan de juicio el 6 de diciembre. En Público habla de que la familia iba a visitar los fiordos suecos (que alguien me diga dónde están, por favor).
Hombre, yo que vivo en Suecia sé cómo son los suecos y como no se suelen meter en los asuntos ajenos. Supongo que en este caso debían tener motivos bastante grandes. Aunque de todas maneras también es verdad que carecen del «temperamento» latino.
Pero sí, yo creo que si fueron bastantes los que denunciaron con tanto ímpetu el hombre se debió exceder. Sobretodo si la justicia sueca (muy eficiente) ha decidido procesar.
P.D. Yo también busco y busco los fiordos suecos y nada oye, me frustra bastante esto ya.
Según leí en la fuente original italiana : «C’erano lì vicino due persone di nazionalità libica, hanno chiamato la polizia che erano nella zona …». O sea que eran libios los que denunciaron. Esto se pone más interesante aun.
Llego tarde, pero acabo de descubrir tu blog. XD
Yo no ví la bofetada, pero desde luego a mi mis padres en algún momento me dieron alguna, pero siempre porque las liaba (aunque sea chica era bastante pilla), y por el momento desconocemos si el crio hizo algo previamente, porque si fue una bofetada tan, supuestamente grande, en un lugar público, dudo mucho que el padre del crio sea tan tonto de pegarle porque sí.
Lo que más me preocupa es que en un país como Suecia se le haya dejado de maltratador, al italiano, cuando son un país que tienen un índice de maltrato machista bastante elevado (leído en un estudio que si encuentro te dejaré por aquí como simple curiosidad). También es cierto que el estereotipo de mediterráneo/latino maltratador y violento está bastante extendido, nos guste o no.
Por otro lado si los que le han denunciado son libios es como para mear y no echar una gota, que ya no es por generalizar pero en Libia no se cortan un pelo en hacer otro tipo de cosas y, en fin….. quizá deberíamos todos empezar a controlarnos.
No se que resultó al final con Giovanni Colasante, que era el italiano en cuestión.
Israel, ¿te sorprende que los medios españoles tengan información errónea? . Yo en su día leí que iban a tomar un crucero hasta los fiordos, pero que al pasar eso decidiron quedarse en la ciudad. En fin… vete a saber los planes que tendrían.